Los consumidores deben considerar la opción de consumir alimentos ecológicos porque los pesticidas presentes en los alimentos son mucho más peligrosos de lo que se pensaba, pudiendo provocar daños en el cerebro humano,
según se sugiere en un importante estudio.
Los plaguicidas reducen la inteligencia en niños y adultos, afectan al sistema hormonal, y producen cáncer, diabetes y parkinson
La investigación, publicada por el Parlamento Europeo (pdf), advierte de
los “elevados riesgos” de los actuales niveles de exposición a los plaguicidas, especialmente para los niños y la mujeres embarazadas.
Esto podría dar lugar a una modificación en los niveles legales de plaguicidas o a cambios en el etiquetado de los productos alimenticios, conforme a las leyes de la UE, que han solicitado que el Reino Unido revise sus políticas el próximo año.
El estudio señala que los daños provocados por los plaguicidas utilizados en la agricultura en toda la UE ascienden a unos 143.000 millones de euros al año, sobre la base de la pérdida de ingresos debido a tales daños.
El informe advierte de las cada vez más sólidas evidencias de que los residuos de los insecticidas están dañando el cerebro de las personas y reduciendo su cociente intelectual.
Y también plantea serias preocupaciones sobre los efectos de estos productos químicos, que pueden causar cáncer y daños en el sistema reproductivo.
Los investigadores recomiendan consumir frutas y verduras ecológicas, sobre todo a embarazadas y niños
La investigación, encargada por el Parlamento Europeo, es una revisión de los estudios científicos sobre el impacto de los alimentos ecológicos en la salud humana.
Se dice que los intentos previos para evaluar el impacto de los plaguicidas se han ignorado en las investigaciones, lo que plantea preocupaciones de que las normas de regulación aprobadas sobre los insecticidas sean insuficientes.
El estudio fue llevado a cabo por la Unidad de Prospectiva Científica del Parlamento, dirigida por la Universidad Sueca de Agricultura Científica.
“Al menos se conocen unos 100 plaguicidas diferentes que provocan daños neurológicos en los adultos, y todas estas sustancias deben, por tanto, también ser sospechosas de causar daño en el cerebro en desarrollo”,
dice el Informe.
“Es probable que estos efectos adversos sean duraderos y uno de los principales daños es el déficit cognitivo, a menudo expresado en términos de CI.
Las evidencias sugieren que las actuales exposiciones a ciertos plaguicidas utilizados en la UE pueden suponer un coste de unos 143.000 millones de euros al año, calculado a partir de la pérdida de por vida debido a un menor cociente intelectual asociado a una exposición durante el embarazo”.
En el Informe se sigue diciendo que
este cálculo es una subestimación, ya que no se han considerado las posibles contribuciones de los plaguicidas a la enfermedad de Parkinson, la diabetes y ciertos tipos de cáncer.
Los investigadores recomiendan limitar la exposición a las frutas y hortalizas no ecológicas, y dicen que la mujeres embarazadas y los niños deben tener especial cuidado.
“Los estudios revisados en este informe muestran que una menor exposición de la población en general sería deseable desde la perspectiva de la salud humana a la luz de los descubrimientos de los estudios epidemiológicos, que indican unos costes muy elevados por los niveles actuales de exposición a los plaguicidas”, dice el informe.
Los anteriores intentos de evaluar los riesgos
no han tenido debidamente en cuenta los estudios epidemiológicos, que evalúan la salud de amplias capas de la población, limitándose a los ensayos científicos.
Se han subestimado los efectos negativos de los insecticidas organofosforados, sobre todo en la inteligencia infantil
“Es motivo de preocupación que las evaluaciones de riesgo no hayan tenido en cuenta las evidencias aportadas por los estudios epidemiológicos, que muestran los efectos negativos de la exposición a bajos niveles a los insecticidas organofosforados en el desarrollo cognitivo de los niños, a pesar de los altos costes que supone el déficit cognitivo para la sociedad”.
Y plantea la preocupación de que las evaluaciones de riesgo hayan sido insuficientes, al no examinarse adecuadamente el aumento de riesgo de cáncer, así como los impactos en el sistema hormonal y el sistema nervioso.
“También es motivo de preocupación que las evaluaciones de riesgo hayan sido inadecuadas para abordar las exposición a la mezcla de varios plaguicidas, específicamente los efectos cancerígenos, la neurotoxicidad, así como los efectos que alteran el sistema endocrino.
«Además, existe la preocupación de que los protocolos de evaluación de riesgos estén por detrás de los estudios científicos independientes, algo que no se considera adecuadamente y se aceptan con demasiada facilidad las lagunas existentes en los datos”, advierten los autores.
El autor principal del estudio, el Profesor Asistente Axel Mire, dijo:
“Las prácticas de la agricultura ecológica, en particular por el empleo de una menor cantidad de plaguicidas y antibióticos, ofrecen beneficios para la salud humana”.
“Los responsables políticos deben apoyar el uso de estas prácticas y su introducción en la agricultura convencional y asegurarse de que la agricultura ecológica sirva para el desarrollo de futuros sistemas alimentarios saludables”.
En virtud de una directiva de la UE sobre el uso sostenible de los plaguicidas, los Estados miembros deben publicar cada cinco años un plan nacional para reducir los riesgos por el uso de los plaguicidas, y el Reino Unido debe actualizar sus restricciones en el año 2018.
Varios estudios realizados en los Estados Unidos han demostrado que
la exposición de las mujeres a los plaguicidas durante el embarazo, lo cual se ha comprobado mediante análisis de orina, estaba asociado con impactos negativos en el CI de sus hijos y en el desarrollo neuroconductual.
La materia gris era más delgada en niños cuyas madres habían consumido alimentos convencionales
Un estudio sobre el crecimiento estructural del cerebro encontró que
la materia gris era más delgada en los niños cuyas madres habían tenido una mayor exposición a los plaguicidas organofosforados, que se utilizan ampliamente en los plaguicidas.
Peter Melchett, director de políticas de la Soil Association dijo:
“Este informe es muy importante para los agricultores ecológicos y para todos aquellos que se alimentan de productos ecológicos. Las ventas de alimentos ecológicos llevan creciendo con fuerza durante cinco años, y una de las razones clave para que la gente compre productos ecológicos es que se sienten mejor, tanto ellos como sus familias, una de las razones por las que la mitad de los alimentos para bebés que se venden en el Reino Unido es ecológica. Esta nueva revisión científica independiente confirma que la gente tiene razón”.
“Los plaguicidas están entre los productos más estrictamente regulados en el mundo, con rigurosas evaluaciones de seguridad y estudios científicos llevados a cabo para asegurar que cualquier residuo que permanezca en los alimentos no plantee ningún problema”, dijo Chris Hartfield, consultor senior de asuntos normativos de la National Farmers Union.
“Es importante señalar que este informe del Parlamento Europeo deja muy claro que sabemos muy poco en estos ámbitos, que las evidencias no son concluyentes y que las conclusiones para la seguridad pública no están claras”.
AUTORA: Laura Donnelly, 2 de junio de 2017. The Telegraph. FUENTE: noticiasdeabajo.