[vc_row][vc_column][vc_column_text]Durante el mes de enero y a principios de 2016, los medios de comunicación recogieron una letanía sin fin de historias sobre el Zika y bebés con deformaciones.
En un artículo anterior ya he examinado algunos de los titulares de la campaña de propaganda.
Cuando los CDC todavía utilizaban la palabra “posible asociación”, los medios de comunicación insistían en el uso de la palabra causa. A pesar de las reservas iniciales de los CDC, los medios de comunicación empezaron a lanzar su mensaje por toda América: “El Zika causa deformaciones en las cabezas de nuestros bebés cuando se encuentran en el útero, y no hay vacuna para protegerlos”.
En cada artículo sobre el Zika se incluía al menos una foto de un bebé con microcefalia y siempre se incidía en la carencia de una vacuna. Se nos recordó una y otra vez que el Zika era el causante de que los bebés naciesen con una cabeza anormalmente pequeña, con retraso mental y ceguera. Nos advertían de que algunos bebés habían muerto debido a la gravedad de sus deformaciones cerebrales. También nos recordaban que por cada bebé nacido con microcefalia los costes de tratamiento del niño durante toda su vida alcanzarían unos diez millones de dólares o más en gastos médicos16.
Estas historias fueron creando paulatinamente un clima de mayor aprensión y miedo, que era su pretensión.
A medida que los medios de comunicación se esforzaban por mantener los niveles de temor y que el interés por esta cuestión no decayera, comenzaron a centrarse en los esfuerzos de los Gobiernos para salvarnos del Zika. No pasó mucho tiempo antes de que encontraran a las personas adecuadas realizando las preguntas oportunas: “¿Qué va a hacer el Gobierno para proteger a nuestros bebés?”.
Esta pregunta se hizo una y otra vez, a pesar de que no había pruebas de que estuviesen relacionados los casos de microcefalia con la infección por Zika.
La pregunta se hizo tantas veces por los medios de comunicación que ningún político se atrevería a decir: No vamos a hacer nada, porque por lo que sabemos el Zika no causa microcefalia.
El Presidente Obama responde a la pregunta
El 22 de febrero de de 2016, el Presidente Obama solicitó 1,9 mil millones de dólares para investigar y desarrollar una vacuna contra el Zika17.
Veamos esto con más cuidado. Es decir, que se van a gastar 1,9 mil millones de dólares en el desarrollo de una vacuna contra un virus que pocas veces ha sido mortal y del que no se ha demostrado que cause defectos de nacimiento, sólo para estar seguros. ¿O es que hay algo más en juego?
Tal vez lo que ande en juego sea la fuente de ingresos que las grandes empresas farmacéuticas quieren abrir a costa del Zika, que se ha promocionado de tal modo que la gente va a insistir en que esas Grandes Empresas desarrollen una vacuna contra el Zika. De repente, las grandes compañías farmacéuticas serán capaces de ponerse sus gorros blancos y rescatar a todos los bebés del mundo. Sería un dulce engaño si lo pudieran llevar a cabo.
Declaración de los CDC: el Zika causa microcefalia
Los CDC anunciaron en abril de 2016 que el Zika es la causa de las microcefalias18.
Esta decisión se basó en el análisis de los datos disponibles por los CDC.
No realizaron ninguna investigación exhaustiva. Utilizaron algo parecido a un análisis de un pato graznando: si grazna como un pato y camina como pato, entonces debe de tratarse de un pato. No pudieron decir si tenía plumas de pato como un pato o una propuesta de pato, pero aún así han insistido en llamar a ese pato, Zika.
Al hacer esto, han olvidado algunos importantes criterios en su análisis.
Los investigadores de los CDC dijeron:
“Según el séptimo criterio (de Shepard), la prueba realizada en un sistema experimental en la que el agente actúa en el mismo estado, está pensado para medicamentos o la exposición a sustancias químicas y no se aplica a agentes infecciosos. Por lo tanto, teniendo en cuanta los criterios de Shepard como referencia, los criterios 1, 3 y 4 se han satisfecho, pruebas que se consideran suficientes para identificar un agente como teratógeno” 19.
En otras palabras, se utiliza un conjunto de siete criterios para determinar si el Zika podría ser considerado como una causa de la microcefalia. Determinaron que la asociación entre la infección por Zika y la microcefalia se comprobó en 3 de los 7 criterios. Sugirieron que se necesitarían estudios adicionales antes de que se pudieran comprobar otros criterios. Se excluyó completamente el séptimo criterio, ya que hace referencia a medicamentos o productos químicos, que podrían haber causado la microcefalia.
No me podía creer que se excluyera el séptimo criterio, cuando puede ser que la microcefalia esté causada por la exposición a pesticidas, o por una vacuna administrada durante el embarazo, ateniéndose únicamente a la posibilidad de que la causa sea la infección por Zika.
Estos científicos de los CDC sólo buscaban la causalidad en los agentes infecciosos. Nada más les parecía importar. Esta mentalidad excluyente estuvo ya presente desde el inicio de la campaña de propaganda del Zika.
Ignoraron por ejemplo la vacuna del tétanos, difteria y tos ferina (tdp) que se administró a las mujeres de Brasil en el año 2015. Tampoco atendieron a los efectos secundarios de los medicamentos. Ignoraron el consumo de alimentos transgénicos, la presencia del glifosato o del piriproxifeno, que han sido muy utilizados en Brasil. Hicieron caso omiso de la exposición a sustancias químicas procedentes de grandes instalaciones de la Industria Química, del alcohol o el consumo de drogas. Se obviaron por completo las deficiencias nutricionales y la pobreza extrema. Tampoco se consideró la introducción de mosquitos modificados genéticamente en Brasil, ni de la exposición a la rubeola, a la toxoplasmosis o a los citomegalovirus. Y no hablemos del efecto combinado de todos estos factores, así como de la modificaciones multigeneracionales del acervo genético local debido a todas estas causas potenciales.
Todas estas posibles causas las repasé en mi primer artículo sobre el Zika publicado en enero de 2016: Zika: ¿una amenaza real u otro engaño para promover la tiranía médica?
Hay una cuestión que considero importante, que ya traté en el artículo anterior, y se refiere al número de bebés que nacieron con microcefalia.
Las primeras noticias hablaron de 4.783 casos de microcefalia en Brasil. Después de la impresión inicial y el pánico creado, supimos que una investigación más pormenorizada confirmó solamente 483 casos.
Los medios de comunicación tampoco hacen mención del número de bebés nacidos en los Estados Unidos con microcefalia, que por término medio es de unos 25.000 al año. Al realizar un ajuste entre la diferencia de población de los Estados Unidos y Brasil, nos encontramos con que la tasa de microcefalia en los Estados Unidos es en realidad 40 veces mayor que la tasa en Brasil.
En otras palabras,
la incidencia de microcefalia en los Estados Unidos es mucho mayor que la de Brasil, y nuestros bebés no han padecido una infección por el Zika. Tal vez, algunos de los factores anteriormente expuestos puede ser la causa potencial, como ya dije en mi anterior artículo.
También hay que señalar que
todos los investigadores que firman este Informe son empleados de los CDC20. Cabe preguntarse si su análisis ha sido objetivo o si sus resultados se han visto influidos por los vínculos de los CDC con las grandes empresas farmacéuticas21.
La vacuna contra el Zika está en cartera
En base a este pésimo análisis, se está intentando desarrollar una vacuna contra el Zika a toda prisa. Son por los menos cuatro empresas, más los CDC, las que están trabajando en una vacuna contra el Zika. Nos han dicho que costará varios años antes de que dispongamos de dicha vacuna, que debe ser debidamente probada y luego puesta a disposición de un buen número de personas de todo el mundo.
Ya han comenzado los ensayos de la vacuna del Zika y se está reclutando a voluntarios en los Estados Unidos. Los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos esperan comenzar la fase II de los ensayos a principios de 201722.
El Congreso trata de proteger a los bebés financiando la vacuna contra el Zika
Ahora que los CDC ya han resuelto la relación entre el Zika y la microcefalia, era el momento para que el Congreso aprobase la solicitud del Presidente de financiación del programa de desarrollo de la vacuna contra el Zika. Sin embargo, no han alcanzado un acuerdo sobre la cantidad de dinero destinado a la financiación y de dónde saldrán esos fondos. El proceso de financiación se estancó a finales de junio, momento en el que el Senado y el Congreso no pudieron resolver sus diferencias23.
El Congreso estuvo de vacaciones durante 7 semanas y no estaba disponible para resolver esas diferencias. Esto ha creado problemas a la campaña de propaganda sobre el Zika, ya que eso podía suponer que no apareciesen noticias sobre el Zika durante el verano.
Continuando la campaña de propaganda matando mosquitos
Los principales medios de comunicación cambiaron su enfoque sobre el desarrollo de la vacuna para la erradicación del mosquito Aedes aegypti, del que se sabe que es portador del virus del Zika. Si un mosquito infectado pica a una persona, entonces esa persona puede desarrollar la infección. Esto es algo que nadie discute.
A la caza del mosquito en 2016
Los CDC continuaron llevando un registro de los casos de Zika en los Estados Unidos y en Puerto Rico. El número siguió aumentando durante la primavera y a principios de verano. Estaban buscando casos autóctonos de Zika en los Estados Unidos, pero sólo pudieron encontrar personas que habían viajado a países infectados por el Zika, o que habían mantenido relaciones sexuales con personas que habían viajado a esos países.
Finalmente, a finales del mes de julio, encontraron a 4 personas de Wynnewood en Miami, Florida, que tenían la enfermedad del Zika a pesar de no haber viajado a un país infectado ni habían tenido relaciones sexuales con personas infectadas de Zika24.
Las autoridades de salud pública, tanto a nivel estatal como federal, interpretaron estos casos de Zika en el sentido de que el virus del Zika se transmitió a las personas por las picaduras de mosquitos. No atendieron a la posibilidad de que las personas infectadas hubiesen mentido sobre su posible exposición, por ejemplo, haber tenido contacto sexual con una persona infectada. Sin embargo, las autoridades sanitarias llegaron a la conclusión de que se debían de poner en práctica programas de control de los mosquitos para evitar la propagación del Zika.
Ahora que la epidemia del Zika había alcanzado el territorio de los Estados Unidos, los medios de comunicación siguieron azuzando su campaña del miedo: “Hay mosquitos que están tratando de hacernos daños y a nuestros bebés”.
El Gobernador de Florida fue de puerta en puerta en busca de más personas infectadas por el Zika
El 1 de agosto, el Gobernador de Florida se puso en contacto con el Sistema Público de Salud de los Estados Unidos y les pidió que enviaran un equipo especialmente entrenado de agentes federales de salud pública para apoyar la emergencia sanitaria provocada por el Zika en Miami. Estos agentes y responsables de Florida fueron de puerta en puerta en el barrio de Wynwood, Miami, y recogieron muestras de orina para identificar casos adicionales de Zika.
Se encontraron 10 casos más, pero todos ellos asintomáticos: las personas ni siquiera sabían que estaban infectadas25.
Problema: no pueden encontrar mosquitos infectados por el virus del Zika
Se recogieron 5000 mosquitos para determinar la presencia del virus del Zika, pero todo ellos el resultado fue negativo26. Los responsables dijeron que estos resultados negativos en la búsqueda de mosquitos infectados por el Zika se debía a que era tan difícil como encontrar una aguja en un pajar27.
AUTOR: John P. Thomas escribe sobre temas de salud. Está licenciado en Psicología por la Universidad de Michigan y posee un Máster en Ciencias de la Salud Pública por la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill. FUENTE Y REFERENCIAS: Noticias de abajo.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]