La alteración del microbioma intestinal con probióticos puede ser una estrategia preventiva o terapéutica para pacientes con riesgo de enfermedad inflamatoria intestinal.
En un enfoque innovador de la prevención y el tratamiento del cáncer colorrectal (CCR), científicos están estudiando maneras de reemplazar los metabolitos que faltan en los pacientes propensos a la inflamación intestinal y el CCR. Un nuevo estudio publicado en “The American Journal of Pathology” describe cómo
la administración de microorganismos intestinales que producen histamina a ratones que carecen de la enzima histidina descarboxilasa (HDC) reduce la inflamación y la formación de tumores.
Los probióticos, una buena herramienta preventiva y terapéutica para la Enfermedad Inflamatoria Intestinal y el cáncer colorrectal
Estos resultados sugieren que la alteración del microbioma intestinal con probióticos puede convertirse en una nueva estrategia preventiva o terapéutica para los pacientes con riesgo de enfermedad inflamatoria intestinal (EII) asociada con CRC.
«Estamos en la cúspide de aprovechar los avances en la ciencia del microbioma para facilitar el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades humanas», explica el Dr. James Versalovic, patólogo en jefe del Texas Children’s Hospital (Estados Unidos).
Simplemente introduciendo microbios que proporcionan sustancias carentes en la vida, podemos reducir el riesgo de cáncer y complementar las estrategias de prevención del cáncer basadas en la dieta»,
agrega este experto, también profesora de Patología e Inmunología en el Baylor College of Medicine de Houston, Estados Unidos.
Los científicos realizaron una serie de experimentos utilizando ratones que eran deficientes en HDC, la enzima necesaria para convertir histidina en histamina. Se administró por vía oral a los roedores experimentales el probiótico ‘Lactobacillus reuteri 6475’, que se sabe que posee el gen de la histidina descarboxilasa (hdc +) y es capaz de convertir histidina en histamina; mientras los animales de control recibieron un placebo.
Se suministró el probiótico antes y después de que los ratones recibieran una dosis única de un carcinógeno del colon (azoximetano) más un producto químico inductor de la inflamación (DSS) para promover la formación del tumor. Quince semanas más tarde, los ratones fueron sacrificados y se extrajeron tejidos para el estudio.
El probiótico aumentó la expresión de HDC bacteriano y cantidades de histamina en el colon de los ratones. Utilizando la tomografía por emisión de positrones (PET) para visualizar los tumores, se vio evidencia de tumores en los ratones de control y aumento de la captación de glucosa en las paredes del colon. Por el contrario,
los roedores a los que se administró el probiótico tuvieron menos tumores y más pequeños y una disminución significativa de las áreas de captación de glucosa.
Las cepas inactivas de ‘L. reuteri’ (aquellas deficientes en la actividad de HDC) no proporcionaron efectos protectores. Estos ratones mostraron un mayor número de «puntos calientes» indicativos de la formación de tumores y el incremento de la absorción de glucosa abdominal. El probiótico activo también redujo la inflamación inducida por el carcinógeno más DSS, como se indica por la expresión de genes de citoquina proinflamatoria suprimida y menos concentraciones de citoquinas en el plasma. El probiótico activo también contrarrestó un aumento en las células inmaduras mieloides inducidas por el carcinógeno.
Según Versalovic,
estas observaciones son consistentes con la conclusión de que el probiótico ‘L. reuteri’ generador de histamina puede atenuar la carcinogénesis del colon inducida por AOM + DSS, al menos en parte, mediante la maduración mejorada de las células mieloides circulantes y la reducción concomitante de las células pro-citoquinas inflamatorias».
El papel de la histamina en el cáncer humano todavía no está claro. Sin embargo, cuando los investigadores analizaron los datos obtenidos de 2.113 muestras de pacientes de CCR tomadas de 15 conjuntos de datos, los resultados mostraron una mejor supervivencia en pacientes con patrones elevados de HDC y la expresión del gen del receptor de histamina.
Estos hallazgos indican que
los probióticos generadores de histamina, en presencia de suficiente ingesta de proteína (L-histidina), pueden mejorar los resultados para los pacientes con CCR esporádico y asociada con EII.
WEBS RELACIONADAS : The American Journal of Pathology – Texas Children’s Hospital – Baylor College of Medicine
FUENTE: univadis.es. © Noticias médicas Elsevier, 18 de septiembre de 2017.